TIPOS DE PARTO

Existen distintos tipos de parto y las razones para escogerlos son variadas. Cada alternativa dependerá de cada mujer o pareja, después de todo, son ellos mismos quienes deciden cómo recibirán a su bebé. También influyen en esta decisión los factores de riesgo que se puedan presentar antes del parto. De todas formas, siempre es importante buscar una alternativa que resguarde ante todo la seguridad y vida del recién nacido y de la madre. 

PARTO NATURAL CON ANESTESIA

En este tipo de parto el bebé nace por la vagina, la madre es ayudada a soportar los fuertes dolores de las contracciones con una inyección denominada EPIDURAL, la que se aplica en la médula espinal y que relaja las terminaciones nerviosas que tensan la espalda y le producen dolor a la madre. Para recibir este tipo de anestesia es importante estar relajada y conocer de que se trata el procedimiento, haciendo todas las preguntas deseadas al doctor antes del momento del parto.

PARTO NATURAL SIN ANESTESIA

En este tipo de parto no hay intervención de medicamentos. Generalmente las madres que desean este tipo de partos están consientes del dolor que sentirán por las contracciones y están dispuestas a soportarlo. Esto se usa cuando la embarazada quiere un parto menos intervenido por medicación y quiere vivir el proceso con todo lo que ello implica, además debe sentirse preparada física y emocionalmente para enfrentarlo. Esta es la forma más antigua de parir un hijo (a).

PARTO EN EL AGUA

Una vez que la madre ya ha dilatado completamente y siente deseos de pujar, es sumergida hasta la cintura en una tina de agua tibia/caliente, lo que la ayudará a aumentar sus contracciones, ya que el agua caliente estimula al útero a contraerse y dilatar. Aunque el agua caliente provoque contracciones, también ayuda con la relajación el la madre y el bebé nace en su medio acuático natural, al que ya estaba acostumbrado mientras permanecía en el vientre de su madre.

PARTO EN CUCLILLAS

Este tipo de parto facilita la bajada del bebé gracias a su posición. El hecho de que la madre esté semi de pie, provoca que la gravedad terrestre actúe sobre el bebé y lo empuje hacia abajo, a diferencia del resto de los partos donde la madre se encuentra recostada. Sus ventajas son que la dilatación es mayor y la necesidad de pujar es menor.

Es importante que al usar esta técnica haya gente instruida en este tipo de partos, ante cualquier dificultad en la salida del bebé, que haya alguien que lo reciba al salir y que éste no caiga al suelo.

PARTO POR CESÁREA

Este tipo de parto se realiza cuando existe alguna dificultad en el nacimiento del bebé en forma normal, ya que se presentan problemas como que el bebé no toma posición de salida en el canal de parto y se encuentra de pie o en posición podálica (de potito), cuando los latidos cardíacos del bebé bajan en forma peligrosa, cuando la madre no continúa con la dilatación pese a la ayuda médica que le puedan proporcionar (como los medicamentos para acelerar las contracciones), cuando el bebé es muy grande y no alcanza a salir por el canal de parto, entre otras. 

Aquí se hace una insición en la parte baja del abdomen, hasta llegar al útero, allí se saca al bebé. La mamá se encuentra anestesiada de la cintura hacia abaja y se monitorea el estado de salud de ella y de su bebé (su presión sanguínea, sus latidos cardíacos, etc.